lunes, 20 de abril de 2009

L'ASSOCIACIÓ D'AMICS DEL RIU SEGRE

L’ASSOCIACIÓ D’AMICS DEL RIU SEGRE
Se ha constituido l’Associació d’Amics del Riu Segre.

Como integrante del grupo de socios fundadores, era para mí un objetivo como ecologista y una deuda pendiente para con el río por algo que me sucedió en el pasado.

Hace unos treinta y nueve años, tuve la osadía, en mi imprudencia juvenil, de cruzar La Mitjana, junto a las compuertas, en un día de riada, con mi piragua. Mejor dicho, propiedad del club Sícoris del que era socio. La corriente era impetuosa y el caudal sobrepasaba los límites normales y las compuertas estaban abiertas para favorecer el vaciado del embalse. Se sumó un fuerte viento, de tal forma, que combinado con el remolino formado, zozobré, volqué y fui absorbido por el torbellino de las aguas llevándome a lo que me pareció un pozo sin fin, y donde me esforzaba por llegar a la superficie sin poder lograrlo. Me vi perdido y me resigné. Entre un murmullo ensordecedor me dejé llevar exhausto. De pronto, vino el silencio, y por mi mente pasó una luz y desde algún lugar percibí y entendí un mensaje que me quedó grabado hasta hoy.
No puedo saber el tiempo que permanecí bajo las aguas, lo suficiente hasta que éstas me arrastraron bajo el puente del ferrocarril donde quedé entre un cañaveral que sobresalía sobre la superficie del río. A lo lejos observé a mis compañeros, al entrenador Sr. Zazurca, y a los bomberos, a los que habían avisado y me buscaban en la parte alta de las compuertas. Dí voces para señalar donde me encontraba, y con una K-2, me ayudaron hasta llegar a la orilla. La aventura fue titular en los diarios de la ciudad como “piragüista en apuros”.

Este trance me marcó para toda la vida, de forma que consideré que volví a nacer. Pero sobre todo, en mi interior, guardé y prometí tener en cuenta el mandato del río que me quedó gravado en mi subconsciente.

Ha llegado el momento, y junto a todos los integrantes de la Asociación y simpatizantes, pondré mis esfuerzos para llevar a buen término estos objetivos, que no son otros que los que quedan reflejados en los fines contemplados en sus estatutos.
Se resumen estos en: Concienciación y respeto por el río y a sus seres vivos, fauna y flora. Reposición a su estado natural de su ribera, sin ruidos ni olores artificiales. Aguas limpias y saludables y con caudal mínimo suficiente para la vida animal y vegetal y para disfrute de los humanos de una forma equilibrada y sostenible.


Fco. Craviotto www.craviotto-opinion.com/